Nivel.inferior
label.Asociados
5 registros
- TO. Libro de recepciones de rectores, colegiales, capellanes y familiares del Colegio Real Santa Cruz de la Fe 1536/01/01 -1832/01/01 .
- TO. Libro 25 del Colegio Real de Santa Cruz de la Fe y Santa Catalina Mártir 1536/01/01 -1832/01/01 .
- CA 100. GR. COLEGIO REAL DE SANTA CRUZ DE LA FE 1536/01/01 -1800/01/01 .
- CB 100. GR. COLEGIO REAL DE SANTA CATALINA MÁRTIR 1678/01/01 -1788/01/01 .
- CC 100. GR. COLEGIO REAL DE SANTA CRUZ DE LA FE Y SANTA CATALINA MÁRTIR 1803/01/01 -1834/01/01 .
Registro.no.disponible
217 label.visitas
1. Área de identificación
1.1. Código de referencia
ES AUG CM
1.2. Título
Colegio Real de Santa Cruz de la Fe y Santa Catalina Mártir
1.3. Fecha
1536/01/01 -1832/01/01
1.4. Nivel de descripción
Fondo
1.5. Volumen y soporte de la unidad de descripción
26 libros + 1 legajo.
2. Área de contexto
2.1. Nombre del o de los productor(es)/acumulador(es)
2.2. Historia institucional / Reseña biográfica
Los colegios universitarios eran residencias diseñadas con una finalidad social y cultural, por un lado, ayudar a los estudiantes pobres mediante becas, y por otro, para incrementar la actividad cultural. Sus colegiales eran rigurosamente seleccionados, para lo cual habían de demostrar su limpieza de sangre, y poseer el grado de bachiller, y superar una prueba. Una vez allí, debían de cumplir las estrictas reglas de convivencia y educación que regulaban las Constituciones de cada colegio, encaminadas a su formación tanto humana como espiritual. Estas también reglamentaban la gestión interna, que se llevaba a cabo por los propios estudiantes, siempre bajo la jurisdicción real y eclesiástica. Los colegiales ostentaban ciertos privilegios reales y pontificios por razón de serlo.
El Colegio Imperial de Santa Cruz de la Fe fue fundado por el Emperador Carlos V en virtud de una cédula de 7 de noviembre de 1526, tras la Junta habida en la Capilla Real, y cómo fundamento de la naciente Universidad. Su historia transcurre paralela a la de ésta, ejerciendo una gran influencia en su control, al ocupar sus colegiales muchos de los cargos del gobierno de ésta. Compartía espacio físico con el edificio de la Universidad, por el que tuvieron numerosas diferencias. Al comienzo, estuvo sometido a la jurisdicción de los arzobispos, pero consiguió emanciparse en los primeros años del mandato de Pedro Guerrero, no sin cierta resistencia por parte de éste. A partir de entonces, pasó a depender directamente de la Cámara de Castilla. Sus colegiales ostentaban, en el seno de la Universidad, los siguientes privilegios: dos consiliaturas de las seis del Claustro universitario; la remisión de la tercera parte de las tasas necesarias para la obtención de los grados académicos; participación en los tribunales de exámenes en la Facultad de Artes (uno de tres para el bachillerato y dos de cinco para la licencia); asiento reservado y distinguido en los actos académicos y sociales de la Universidad; y el honor del primer argumento en las “conclusiones” y demás actos literarios.
Por su parte, el Colegio de Santa Catalina Mártir se fundó en 1537 por el arzobispo Gaspar de Ávalos, destinado a colegiales de Artes y Teología, y, a partir de su segunda Constitución, en 1555, únicamente a Teología. Se situaba en la plaza de las Pasiegas, junto al Colegio de los Niños Moriscos. Por razón de su fundación poseía un marcado carácter eclesiástico, y se integraba dentro del espíritu de reforma del clero de su época. Sus colegiales, entre 12 y 14, habían cursado el bachillerato, generalmente en el Colegio de San Miguel. También se becaban estudiantes provenientes de Guipúzcoa, en virtud del legado del Capellán Real Domingo Beretervide, natural de Tolosa. Vestían un hábito compuesto por mantos pardos y becas azules. Asistían a las clases de la Universidad, y participaban en su actividad por medio de las relaciones de colaboración que se establecían entre la jurisdicción eclesiástica, que pesaba sobre el colegio, y la civil de la Universidad. Durante su historia, planteó varios litigios sobre la base de un Patronato Real, de manera similar a la propia Universidad y al Colegio de Santa Cruz de la Fe, para separarse de dicho ámbito eclesiástico, lo que conseguiría finalmente en 1740, tras lo que surgieron numerosas disputas con este último.
Finalmente, en 1802, en virtud de una real cédula de Carlos IV, ambos se reúnen en el Colegio de Santa Cruz de la Fe y Santa Catalina Mártir, que albergaría 16 colegiales, entre teólogos y juristas, vestidos con manto pardo y beca grana con campana en la misma y rosca azul. Su régimen conllevaba el disfrute común de todas las prerrogativas que tuvieron los colegios separados y la unión de sus rentas, pasando a ocupar una parte del edificio que se cedió a la Universidad tras la expulsión de los jesuitas (actual Facultad de Derecho). El Colegio fue suprimido en la reforma de 1835.
El Colegio Imperial de Santa Cruz de la Fe fue fundado por el Emperador Carlos V en virtud de una cédula de 7 de noviembre de 1526, tras la Junta habida en la Capilla Real, y cómo fundamento de la naciente Universidad. Su historia transcurre paralela a la de ésta, ejerciendo una gran influencia en su control, al ocupar sus colegiales muchos de los cargos del gobierno de ésta. Compartía espacio físico con el edificio de la Universidad, por el que tuvieron numerosas diferencias. Al comienzo, estuvo sometido a la jurisdicción de los arzobispos, pero consiguió emanciparse en los primeros años del mandato de Pedro Guerrero, no sin cierta resistencia por parte de éste. A partir de entonces, pasó a depender directamente de la Cámara de Castilla. Sus colegiales ostentaban, en el seno de la Universidad, los siguientes privilegios: dos consiliaturas de las seis del Claustro universitario; la remisión de la tercera parte de las tasas necesarias para la obtención de los grados académicos; participación en los tribunales de exámenes en la Facultad de Artes (uno de tres para el bachillerato y dos de cinco para la licencia); asiento reservado y distinguido en los actos académicos y sociales de la Universidad; y el honor del primer argumento en las “conclusiones” y demás actos literarios.
Por su parte, el Colegio de Santa Catalina Mártir se fundó en 1537 por el arzobispo Gaspar de Ávalos, destinado a colegiales de Artes y Teología, y, a partir de su segunda Constitución, en 1555, únicamente a Teología. Se situaba en la plaza de las Pasiegas, junto al Colegio de los Niños Moriscos. Por razón de su fundación poseía un marcado carácter eclesiástico, y se integraba dentro del espíritu de reforma del clero de su época. Sus colegiales, entre 12 y 14, habían cursado el bachillerato, generalmente en el Colegio de San Miguel. También se becaban estudiantes provenientes de Guipúzcoa, en virtud del legado del Capellán Real Domingo Beretervide, natural de Tolosa. Vestían un hábito compuesto por mantos pardos y becas azules. Asistían a las clases de la Universidad, y participaban en su actividad por medio de las relaciones de colaboración que se establecían entre la jurisdicción eclesiástica, que pesaba sobre el colegio, y la civil de la Universidad. Durante su historia, planteó varios litigios sobre la base de un Patronato Real, de manera similar a la propia Universidad y al Colegio de Santa Cruz de la Fe, para separarse de dicho ámbito eclesiástico, lo que conseguiría finalmente en 1740, tras lo que surgieron numerosas disputas con este último.
Finalmente, en 1802, en virtud de una real cédula de Carlos IV, ambos se reúnen en el Colegio de Santa Cruz de la Fe y Santa Catalina Mártir, que albergaría 16 colegiales, entre teólogos y juristas, vestidos con manto pardo y beca grana con campana en la misma y rosca azul. Su régimen conllevaba el disfrute común de todas las prerrogativas que tuvieron los colegios separados y la unión de sus rentas, pasando a ocupar una parte del edificio que se cedió a la Universidad tras la expulsión de los jesuitas (actual Facultad de Derecho). El Colegio fue suprimido en la reforma de 1835.
2.3. Historia archivística
La documentación se conservó en los colegios de origen, hasta la desaparición de éstos. Posteriormente, se desconoce su ubicación. En 1993, se conoce que los fondos se hallaban en propiedad del Conde de las Cabezuelas, Juan Baillo y Henríquez de Luna, ya fallecido, probablemente por haber quedado en manos de los últimos responsables del Colegio cuando éste se extinguió. En 1995, ingresan en el Archivo Universitario tras la compra realizada por la Universidad de Granada.
2.4. Forma de ingreso
Transferido por: En la firma Fernando Durán, a Alvaro Baillo Osorio¿. ¿ Adquirido en subasta Fecha de entrada: 1995/10/06
3. Área de contenido y estructura
3.1. Alcance y contenido
El grueso de la documentación está constituido por los registros de colegiales y familiares, que contienen las pruebas de limpieza de sangre necesarias para el ingreso de éstos. El expediente de cada colegial contiene lo usual en este tipo de actos: probanzas, testimonios de tribunales de la Inquisición y sus oficiales, de escribanos de número y concejiles, certificados de registros parroquiales y copias y traslados de documentos reales y concejiles.
El resto de la documentación la componen:
? Un volumen de documentación varia, que contiene documentos procedentes de la Cancillería Real, algunos documentos pontificios, y documentación de orden interno. Parece ser que fue encuadernado en el siglo XVIII.
? El Índice de los libros de la Biblioteca del Colegio de Santa Cruz de la Fe y Santa Catalina Mártir.
?Un libro de recepciones de rectores, colegiales, capellanes y familiares del Colegio de Santa Cruz de la Fe, conocido como Libro Azul o de Oro. El libro, dividido en secciones para cada uno de ellos, registra en cada asiento: el nombre del personaje, su procedencia geográfica y social, y la fecha de ingreso en el colegio. Estas anotaciones se completaban en ocasiones posteriormente.
? Un legajo de correspondencia recibida por los colegios.
El fondo no estaba completo en el momento de su adquisición. Entre las ausencias más notables, se encuentra la Real Provisión de Fundación del Colegio de Santa Cruz de la Fe. La mayor parte de la documentación corresponde a este, mientras que solo tres libros de pruebas de limpieza de sangre y dos cartas corresponden a Santa Catalina, debido a que este último tenía un marcado carácter eclesiástico, y su documentación se conservó en la Curia.
En cuanto al colegio unificado, no se conserva documentación que refleje la gestión realizada desde el mismo, existiendo únicamente las pruebas de limpieza de sangre de colegiales y familiares, el índice de los libros de la biblioteca y la correspondencia.
El resto de la documentación la componen:
? Un volumen de documentación varia, que contiene documentos procedentes de la Cancillería Real, algunos documentos pontificios, y documentación de orden interno. Parece ser que fue encuadernado en el siglo XVIII.
? El Índice de los libros de la Biblioteca del Colegio de Santa Cruz de la Fe y Santa Catalina Mártir.
?Un libro de recepciones de rectores, colegiales, capellanes y familiares del Colegio de Santa Cruz de la Fe, conocido como Libro Azul o de Oro. El libro, dividido en secciones para cada uno de ellos, registra en cada asiento: el nombre del personaje, su procedencia geográfica y social, y la fecha de ingreso en el colegio. Estas anotaciones se completaban en ocasiones posteriormente.
? Un legajo de correspondencia recibida por los colegios.
El fondo no estaba completo en el momento de su adquisición. Entre las ausencias más notables, se encuentra la Real Provisión de Fundación del Colegio de Santa Cruz de la Fe. La mayor parte de la documentación corresponde a este, mientras que solo tres libros de pruebas de limpieza de sangre y dos cartas corresponden a Santa Catalina, debido a que este último tenía un marcado carácter eclesiástico, y su documentación se conservó en la Curia.
En cuanto al colegio unificado, no se conserva documentación que refleje la gestión realizada desde el mismo, existiendo únicamente las pruebas de limpieza de sangre de colegiales y familiares, el índice de los libros de la biblioteca y la correspondencia.
3.2. Valoración, selección y eliminación
3.3. Nuevos ingresos
3.4. Organización
Se han mantenido separadas las unidades de instalación correspondientes a los colegios Santa Cruz de la Fe y Santa Catalina Mártir, mientras su documentación se presentaba separada y, a ambos, ya unificados, para la documentación posterior a 1802.
Dentro de cada sección, la ordenación es cronológica, así como dentro de los mismos libros o legajos.
Dentro de cada sección, la ordenación es cronológica, así como dentro de los mismos libros o legajos.
4. Área de condiciones de acceso y utilización
4.1. Condiciones de acceso
Acceso libre dado su carácter histórico.
4.2. Condiciones de reproducción
4.3. Lengua/escritura(s) de los documentos
Castellano y latín para los documentos pontificios.
4.4. Características físicas y requisitos de utilización
4.5. Instrumentos de descripción
5. Área de documentación asociada
5.1. Existencia y localización de los originales
5.2. Existencia y localización de copias
5.3. Unidades de descripción relacionadas
5.4. Nota de publicaciones
? BARRIOS AGUILERA, Manuel. Graduación y limpieza de sangre en la Universidad de Granada, 1663-1788, materiales para su estudio. En: Chronica nova, nº13 (1982-1983)
? CALERO PALACIOS, María del Carmen, Sánchez Marín, José A. El Colegio de Santa Catalina Mártir: estudio de sus constituciones. Texto latino y traducción. Granada: Universidad de Granada, [1997]. (Historia y patrimonio; 8)
? JIMÉNEZ VELA, Rosario, y MARTÍN VEGA, Consuelo. El fondo de Santa Cruz de la Fe y Santa Catalina Mártir: aplicación de la ISAD (G) a su descripción. En: Actas de las I Jornadas de Archivos Históricos en Granada. Granada: Diputación Provincial: Universidad, 1999
? LÓPEZ RODRÍGUEZ, Miguel A. El Colegio de Santa Catalina Mártir (Granada, 1537-1802). Separata de: Archivo Teológico Granadino, 54 (1991), pp. 91-228
? LÓPEZ RODRÍGUEZ, Miguel A. El Colegio Real de Santa Cruz de la Fe de Granada. Salobreña: Alhulia, 2020
? LÓPEZ RODRÍGUEZ, Miguel. El Colegio Real de Santa Cruz de la Fe de Granada. Salamanca: Universidad, imp. 1979. (Serie Resúmenes de tesis doctorales / Facultad de F. y L., Universidad de Salamanca; D.L. 162/1975)
? MONTELLS Y NADAL, Francisco de Paula. Historia del origen y fundación de la Universidad de Granada de las que existieron en su distrito. - Granada: Imprenta de Indalecio Ventura, 1870
? CALERO PALACIOS, María del Carmen, Sánchez Marín, José A. El Colegio de Santa Catalina Mártir: estudio de sus constituciones. Texto latino y traducción. Granada: Universidad de Granada, [1997]. (Historia y patrimonio; 8)
? JIMÉNEZ VELA, Rosario, y MARTÍN VEGA, Consuelo. El fondo de Santa Cruz de la Fe y Santa Catalina Mártir: aplicación de la ISAD (G) a su descripción. En: Actas de las I Jornadas de Archivos Históricos en Granada. Granada: Diputación Provincial: Universidad, 1999
? LÓPEZ RODRÍGUEZ, Miguel A. El Colegio de Santa Catalina Mártir (Granada, 1537-1802). Separata de: Archivo Teológico Granadino, 54 (1991), pp. 91-228
? LÓPEZ RODRÍGUEZ, Miguel A. El Colegio Real de Santa Cruz de la Fe de Granada. Salobreña: Alhulia, 2020
? LÓPEZ RODRÍGUEZ, Miguel. El Colegio Real de Santa Cruz de la Fe de Granada. Salamanca: Universidad, imp. 1979. (Serie Resúmenes de tesis doctorales / Facultad de F. y L., Universidad de Salamanca; D.L. 162/1975)
? MONTELLS Y NADAL, Francisco de Paula. Historia del origen y fundación de la Universidad de Granada de las que existieron en su distrito. - Granada: Imprenta de Indalecio Ventura, 1870
6. Área de notas
6.1. Notas
La documentación, mayoritariamente en papel, se presenta cosida y encuadernada de forma rústica en piel, a excepción del legajo y del llamado “Libro de recepciones o Libro Azul”, que debe su nombre al color azul del terciopelo de su cubierta.
El estado de conservación de la documentación es en general bueno, salvo algunos problemas generados por los componentes abrasivos de la tinta ferrogálica, la acción de los insectos, y algunas manchas de humedad y hongos. Los deterioros y roturas parecen deberse al paso del tiempo, y puede observarse una excesiva sequedad.
Dentro de la política de prevención y conservación del patrimonio documental del Archivo implantado con el Programa de Restauración, se ha procedido a la restauración de cuatro de sus libros, los números 8, 16, 24 y 25.
El estado de conservación de la documentación es en general bueno, salvo algunos problemas generados por los componentes abrasivos de la tinta ferrogálica, la acción de los insectos, y algunas manchas de humedad y hongos. Los deterioros y roturas parecen deberse al paso del tiempo, y puede observarse una excesiva sequedad.
Dentro de la política de prevención y conservación del patrimonio documental del Archivo implantado con el Programa de Restauración, se ha procedido a la restauración de cuatro de sus libros, los números 8, 16, 24 y 25.
7. Área de control de la descripción
7.1. Nota del archivero
Rosario Jiménez Vela, Consuelo de las Mercedes Martín Vega y Gracia Fernández Maldonado.
Actualizado por Carmen Domínguez Fernández y Celia Guirado Pretel.
Actualizado por Carmen Domínguez Fernández y Celia Guirado Pretel.